sábado, 16 de marzo de 2024

Cuándo? Simón Bolívar recibió? la ciudadanía mexicana?

 

Documental Histórico

El Gobierno de México conmemora  el natalicio del libertador de la Gran Colombia, Simón Bolívar, para estrechar lazos con sus vecinos latinoamericanos. 

Pero algo que pocos saben es que Bolívar recibió en 1824 la ciudadanía mexicana.

El evento, que busca dotar de una perspectiva latinoamericana los festejos del bicentenario de México, contempla la presencia de 33 países de la región y precederá una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que preside temporalmente el Gobierno mexicano.


Lo cierto es que no es mucha la relación entre México y Bolívar (Caracas, 1783), quien aunque solo estuvo una vez en este país durante su adolescencia, recibió de forma honorífica la ciudadanía mexicana tras la gesta independentista que liberó los actuales Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá, Perú y Bolivia.

“Se le otorga efectivamente la ciudadanía mexicana en 1824. El diputado por Nuevo León fray Servando Teresa de Mier propone en el Congreso Constituyente que se le otorgue la ciudadanía como el más importante libertador de América junto con George Washington”, explicó a Efe Alfredo Ávila, historiador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Cabe recordar que en ese momento, México había derrocado el Imperio de Agustín de Iturbide, establecido tras la independencia del país tres años antes, y estaba construyendo la República mexicana.

Cuando la nueva República estableció relaciones diplomáticas con Colombia, el entonces ministro plenipotenciario mexicano en ese país, José Anastasio Torrens, llevó a Bolívar su reconocimiento.

“No hay ningún testimonio de que lo hubiera recibido, probablemente Bolívar lo recibió como tantos otros reconocimientos que le enviaban”, dijo el historiador.

Lo cierto es que Bolívar tenía mejor relación con la República que con el Imperio mexicano, puesto que “era receloso de un poderío imperial al norte de Colombia”.

En aquel entonces, el Imperio mexicano y la Gran Colombia hacían frontera, puesto que Costa Rica pertenecía al primero y Panamá al segundo.

Incluso el ministro plenipotenciario de Colombia en México, Miguel Santa María, era un “republicano convencido” que “empezó a conspirar con los republicanos mexicanos para derrocar a Iturbide”, dijo Ávila.

Para el primer contacto de Bolívar con México hay que remontarse mucho antes, a 1799, cuando este solo tenía 15 años

Como tantos otros aristócratas, fue enviado a Madrid para recibir formación militar pero primero su buque atracó unos días en el puerto de Veracruz, perteneciente al virreinato de la Nueva España, pues México no existía todavía.

Según una carta que Bolívar habría escrito a un pariente, aprovechó que el buque había parado para ir a visitar Ciudad de México, pero Ávila lo considera un texto “apócrifo”.

“En realidad no tenemos muchos más testimonios de esto. Si estuvo en Ciudad de México, apenas habría estado un par de días”, sostuvo el historiador.

El 20 de marzo, Bolívar partió hacia Santander (España) para llegar a Madrid, y no existe constancia de que regresara nunca más a México, ni tan siquiera después de haber recibido la ciudadanía mexicana.

A muchos sorprendió que Andrés Manuel López Obrador incluyera el 238 natalicio de Bolívar dentro de la maratón de eventos para conmemorar en 2021 los 200 años de la independencia de México y de los 500 años de la conquista.

“La impresión es que López Obrador recupera una idea muy tradicional del siglo XX del supuesto proyecto de unidad latinoamericana de Bolívar, que es algo presente en el discurso político de Venezuela, Colombia y México a partir de los años 30 y lo recuperó el chavismo”, opinó Ávila.

Pero según el historiador, Bolívar nunca buscó “una única patria latinoamericana” sino “una alianza de países americanos en contra de la posibilidad de una reconquista europea”.

Prueba de ello es que incluso invitó a Estados Unidos a este proyecto, concluyó el historiador.

Archivo: 24 de Julio 2021.


Bolívar, ciudadano mexicano

Discurso de Orden pronunciado por la diputada  Tania Díaz González, durante la sesión solemne de la Asamblea Nacional a propósito del Bicentenario de la designación del Libertador Simón Bolívar como ciudadano mexicano, por parte del Congreso Constituyente de México el 17 de marzo 1824. 

“Hay hombres privilegiados por el cielo para cuyo panegírico es inútil la elocuencia, porque su nombre solo es el mayor elogio. Tal es el héroe que en los fastos gloriosos del Nuevo Mundo ocupará sin disputa el primer lugar al lado del inmortal Washington: por esta señal inequívoca todo el mundo conocerá que hablamos de aquel general que contando las victorias por el número de combates, destrozó el envejecido cetro peninsular en su Patria en Cartagena, Santa Marta, Cundinammarca, Quito y Guayaquil con las cuales formó la inmensa República de Colombia. 

Hizo más, se venció a mismo: depuso voluntario su espada triunfante a los pies de los padres de la Patria que reuniera para construirla y se constituyó en su primer súbdito, rehusando con empeño todo mando. De aquel que hablamos que reasumiéndolo (el mando) por obediencia, sin ficción, está ahora triunfando en el país de los Incas, de las últimas esperanzas de la soberbia española; de aquel que hablamos, en fin, a quien las Repúblicas de la América Meridional, unas tras otras, han nombrado sin miedo su dictador, porque el cúmulo eminente de sus virtudes aleja de toda sospecha el abuso y despotismo. Tal es el excelentísimo señor Simón Bolívar, Presidente de la República de Colombia, gobernador supremo del Perú, llamado con razón el Libertador, admiración de Europa y gloria de la América entera”. 

Tales palabras fueron pronunciadas un día como hoy, hace 200 años, por el diputado de Nuevo León Fray Servando Teresa de Mier, a nombre de un nutrido grupo de 16 parlamentarios, en el Congreso Constituyente de 1824 que para entonces decidía los fundamentos jurídicos y principios políticos de la nueva República. 

Para entonces Bolívar es Presidente de la República de Colombia (integrada por Venezuela, Nueva Granada - de la que formaba parte Panamá- y Ecuador) y Gobernador Supremo del Perú y se prepara para la victoria definitiva de la Independencia de América, que consolidó junto a mariscal Antonio José de Sucre en la Batalla de Ayacucho, en diciembre de ese mismo año.

“Por sus tratados de íntima alianza entre todas las Repúblicas de América, ya es y merece serlo, ciudadano de todas - continúa el diputado- Pedimos pues que Vuestra Soberanía declare solemnemente que lo es de la República de México, en lo que creemos recibir aún más honor que el que a él pueda conferirle este título. Por lo mismo, haríamos agravio a Vuestra Soberanía altamente penetrada de reconocimiento y estima por los servicios patrióticos, valor y virtudes del héroe, si para tal declaración exigiésemos formas comunes; aquí todo debe salir de lo ordinario y suponemos que la aclamación unánime del soberano congreso de Anahuac es la sola vía del héroe inmortal que Vuestra Soberanía va a declarar ciudadano de la República mexicana”.

Aunque la moción del diputado  fue apoyada el mismo 13 de marzo por mayoría parlamentaria, tuvo oposición entre algunos de los asistentes, por lo que se decidió postergar el pronunciamiento para el 17 de marzo, fecha en la que se declaró solemnemente que… “el Libertador Simón Bolívar es ciudadano de la República Mexicana”.  El periódico El Sol reprodujo el discurso y el acuerdo el 18 de marzo. Los mexicanos aplaudieron esta decisión.

Cuando la nueva República mexicana estableció relaciones diplomáticas con Colombia, el entonces ministro plenipotenciario de México en este país, José Anastasio Torrens, debió llevar a Bolívar su reconocimiento. Torrens, llegó a Colombia a principios de 1825, pero habida cuenta de que el Libertador se encontraba en el Perú, debió entregar el certificado de la nacionalidad mexicana de Bolívar a Pedro Gual, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Colombia.  Lamentablemente no existe ningún documento que pruebe que así lo hiciera y de que Bolívar lo hubiera recibido, según recopila de varios autores el historiador venezolano José Gregorio Linares. 

Bolívar visitó México por primera y única vez en 1799. 

Cuenta el historiador José Luis Martínez, en esta recopilación gentilmente realizada por iniciativa y empeño de la embajada y el embajador de México en Caracas, Leopoldo de Gives, que en ese paso sobrevenido por tierras mejicanas el joven Bolívar llegó a entrevistarse con el Virrey Miguel José de Azanza y, consultado sobre la reciente rebelión de Gual y España en Caracas, afirmó sin cortapisas que le parecía  justa la causa de América. En el acto el Virrey llamó aparte a su oidor, Guillermo de Aguirre, y le sugirió que era prudente que su recomendado prosiguiera viaje a Europa. 

No se conoce de otro viaje del Libertador a México. Sin embargo en 1815, en su Carta de Jamaica, Bolívar expresa: Yo deseo mas que otro alguno ver formar en América la más grande Nación del Mundo, menos por su extension y riquezas que por su libertad y glorias (…)  La metrópoli, dice, por ejemplo, sería México que es la única que puede serlo. Por su poder intrínseco, sin el cual no hay metrópoli.

Conocía el Libertador de las hazaña de MORELOS y Pavón, revela Martínez, y de la nueva Constitución, gracias a la Historia de la Revolución de Nueva España, antiguamente Anahuac, que había publicad en Londres, 1813, precisamente Fray Servando Teresa de Mier, quien debió redactarlo bajo el seudónimo de José Guerra, por cuanto había sido perseguido, expulsado y excomulgado por la iglesia católica, por haber pronunciado en 1794 un discurso frente al Virrey y al arzobispo Alonso Nuñez de Haro y Peralta, demostrando que el culto a a virgen de Guadalupe era prehispánico, al igual que el cristianismo, y que por tanto no había nada que agradecer a España por la catolización.

No perdió Bolívar nexo con México, se apoya en esa nación para garantizar la irreversibilidad de la independencia suramericana. En primer lugar el Libertador plantea impulsar expediciones conjuntas para liberar a Cuba y Puerto Rico del dominio español. En segundo lugar, la Colombia de Bolívar firmó el 3 de diciembre de 1823 un tratado de unión y asistencia recíproca con México, como paso previo para ir construyendo la alianza que esperaba consolidar en el Congreso de Panamá. 

De modo que el reconocimiento al Libertador por parte del Congreso Constituyente de México se da en medio de un efervescente debate entre las propuestas liberadoras, orientadas a  la unidad y la hermandad suramericanas, como bandera de lucha por la independencia y la soberanía, y las acciones conservadoras que asomaban gestos restauradores contrarios a tal propósito. 

Desde la República Bolivariana de Venezuela honramos la memoria y el gesto de aquellos legisladores que hicieron resonar en el Congreso Constituyente de México no solamente la gesta heroica de nuestro Libertador , sino también sus virtudes republicanas (diría Rodriguez), su pasión americanista y su entrega absoluta a la causa de la Libertad. Gracias México, gracias presidente Andrés Manuel López Obrador por honrarlos hoy, gracias embajador Leopoldo de Gives.

Bolívar es el gran ausente del siglo XX, cita el historiador Alí Rojas Olaya retomando al poeta Andrés Eloy Blanco: “unos tenían al Bolívar de oro, que servía para comprar conciencias en las horas electorales y otros al Bolívar de Mármol, bien muerto, tan muerto que daban ganas de darle el pésame a la tierra por la defunción de la piedra, para otros era Bolívar de nieve, inaccesible como los páramos. Pero el pueblo, en la noche, cuando nadie lo miraba, se llegaba a la estatua del hombre a caballo, lo desmontaba y se lo llevaba a su casa. Y allí hizo el Bolívar de pan para sus hombres, el Bolívar de cristal para sus espejismos y el Bolívar de aire para sus agonías”. 

Hoy, gracias a Dios, a Hugo Chávez y al valiente pueblo de Venezuela podemos decir, para regocijo del poeta, desde esta Caracas de revolución bolivariana, que !hemos hecho al Bolívar de pan para vencer la guerra de hambre que pretendieron imponernos, al Bolívar de cristal para mirarnos en él y reproducirnos hoy, en el siglo XXI, como su ejército popular de hombres y mujeres libres que no dejaremos, bajo ninguna circunstancia, que nos arrebaten de nuevo tus banderas de justicia y soberanía!. 

Si hablamos de nuestro  Bolívar de aire, recorre todavía tierras y levanta corazones en esta región que le debe la concusión  de unión suramericana. 

Por eso se oye como eco perenne de la montaña la consigna: “alerta….. alerta… alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina”. 

Por eso cada cierto tiempo, cuando los pueblos alzan sus voces, desde las academias - incluso las llamadas progresistas-, desde los centros de poder político y los laboratorios comunicacionales de corporatocracia mundial, se desatan campañas sucias que pretenden injuriarlo, que denostan la grandeza de su obra…. “Pero el pueblen la noche, cuando nadie lo mira, llega hasta la estatua del hombre a caballo, lo desmonta y se lo lleva a su casa…”  ¡No lo olviden!

Bolívar sigue vivo y los imperios colonialistas también siguen vivos. Por preservar su dominio exterminaron millones de indomericanos durante siglos, con argumentos que escuchamos todavía hoy: “no son humanos” decían, “nos corresponde civilizarlos”, decían, debemos dominar su lengua exterminar su cultura porque tenemos el mandato de Dios. 

Con dolor escuchamos hoy expresiones similares para justificar el asesinato de niños y niñas, de familias, de médicos, periodistas, socorristas de Naciones Unidas; para exterminar la vida en Gaza. Para pisotear el concepto de humanidad en vivo y en directo. La humanidad no puede seguir permitiendo este horror, esta ignominia, porque sería negar su propia naturaleza !Paren el genocidio en Gaza!

Acaso no tiene base también en estas justificaciones neocoloniales, imperialistas la declaratoria en el año 2015 de Venezuela cono “una amenaza inusual y extraordinaria,  que continúa vigente. Las que nos bloquearon el comercio, economía y pretendieron bloquear nuestro derecho a la Vida. Lo que le  hacen a Cuba desde hace 70 años; a Nicaragua, a la que ayer lanzaron nuevas medidas coercitivas unilaterales. 

Nuestramérica posee las mayores reservas certificadas de petróleo del mundo localizadas en Venezuela con más de 300 mil millones de barriles, más del 31% del agua del planeta contenidos los acuíferos del Orinoco, el Amazonas y el Paraná; y posee el llamado pulmón del mundo y mayor reservorio de biodiversidad del planeta que es la selva amazónica. Por si fuera poco, en la región poseemos más del 60 % del litio del planeta localizado en el triángulo del litio que comparten Chile, Bolivia y Argentina, entre otras muchas riquezas que podríamos enumerar. 

Nosotros podríamos bloquearles, en todo caso, si así lo dispusiéramos en unidad. 

Si no, miremos lo que ocurre el la civilizada Europa cuando países de Africa se niegan a que se sigan explotando de manera saqueadora y criminal sus reservas de uranio, por ejemplo. 

Se trata de la búsqueda  desesperada de occidente para solventar la crisis de su sistema, debilmente soportado en la especulación financiera, con su consecuente debacle económica y ambiental. 

Frente a este grave problema, el occidente global ofrece las mismas soluciones: guerra y muerte. La amenaza no es solo para los gobiernos de izquierda, Cuba, Nicaragua, Venezuela, no se limita a la guerra de propaganda sucia que emprenden contra el Presidente Lula o el Presiente López Obrador, sino que el proyecto neocolonial que crece hoy con rostro de liberalismo fascista puede emprender una balcanización de nuestra América para saquear sus recursos, que hoy por hoy les son indispensables. 

Pero vino Chávez en el siglo XXI como el relámpago del Catatumbo y lanzó el largo destello luminoso y regenerador del ejemplo y pensamiento de Bolívar , “porque lo que Bolívar no hizo, sin hacer está” dijo el humanista cubano José Martí. 

También a Chávez le llamaron “el loco del sur”, dictador, tirano, bandolero; pero cuando celebramos el bicentenario de la Independencia en 2011, ya nuestro Comandante había levantado el nuevo ejército libertador de pies descalzos en forma de misioneros, comuneros, cultores, madres cuidadoras, cocineras de la Patria, Ubch, movimientos sociales, pueblos originarios protagonistas. También había forjado una Fuerza Armada cuya base nunca dejó de ser bolivariana, porque, como Chávez, son hijas e hijos de ese pueblo campesino, pescadores, trabajador que se iba en las noches, cuando nadie lo miraba, hasta la estatua del hombre a caballo y lo desmontaba para llevárselo a su casa. 

“No pudieron contigo Comandante, no podrán con nosotros jamás, dijo el Presidente Nicolás Maduro, al despedirlo aquel triste marzo de 2013. 

Y así fue, no pudieron frenar oleada y oleadas de amor que el dia de hoy todavía baña la memoria y figura de Hugo Chávez. 

“Loco, dictador, tirano, bandolero” la saña neocolonial enfiló contra el primer presidente chavista de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Guarimbas terroristas 2014, decreto criminal de Barack Obama 2015, bloqueo a la comida, a las medicinas, a la salud, a la producción, magnicidio 2018, !fallido! 

Gobierno paralelo, golpe institucional 2019, intento de invasión militar  por el estado Táchira !fracasaron! 

Sabotaje eléctrico 2019 !volvieron a fracasar! Golpe de estado 2019 ¡perdieron hasta la dignidad! 

En el 2021 celebramos el bicentenario de la Batalla de Carabobo, con el despegue de la Venezuela qué hoy se abre camino de nuevo al futuro. Porque la respuesta del ejército bolivariano vino en forma de Clap, de emprendimiento, de juventud, de estudiantes, de creadores, hombres y mujeres “echaos pa’lante” que se crecieron en la adversidad,  que apostaron por su país…

 !Y vencieron!  

Además,  nuestro Presidente Nicolás Maduro condujo todas estas victorias a la manera de Chávez, en asamblea permanente, en Constituyente permanente. Al inicio los Consejos Presidenciales del Poder Popular, luego vino el Congreso de los Pueblos (a partir de una idea de Aristóbulo Istúriz, después Congreso Bicentenario y hoy Congreso de la Nueva Época. Con el pueblo siempre, liderazgo colectivo lo llamamos en el Partido Socialista Unido de Venezuela. 

Hace dos semanas, en la Cumbre de la CELAC, el presidente mencionaba que este año 2024 conmemoramos el bicentenario de la Batalla de Junín y de la Batalla de Ayacucho, donde luchamos como un solo ejército todas las repúblicas liberadas del momento y pusimos sello a la Independencia de América. 

Podemos consolidar el proyecto de unión suramericana del Libertador: “unámonos o la anarquía nos devorará” dijo. 

Gracias al empeño de Fidel Castro, Hugo Chávez  y a una pléyade de mandatarias y mandatarios de la región latinoamericana y del Caribe que inciaron el siglo XXi con el llamado ciclo progresista, creamos:

Alianza Bolivariana para Nuestra América 2004, Cuba.

Petrocaribe, 2005, Venezuela. 

Unión de Naciones del Sur, Unasur, 208, Argentina.

Comunidada de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Celac, 2012, Caracas, Venezuela

“Estamos en condiciones de hilvanar relaciones con el nuevo mundo multicéntrico y pluoripolar que está naciendo como región emergente, como región de esperanza”

Nuestros caminos deben retomar los sueños en la diversidad política-ideológica sobre la base del respeto, la solidaridad, el amor; retomar los caminos originales que nos van a señalar el siglo XXI, para que nuestra región de inserte, con poder, con fuerza y prosperidad en el mundo que se está construyendo hoy por hoy. Este es nuestro camino, el camino de las Libertadoras y Libertadores de Todos los tiempos.  

Gracias México por reconocer la senda imperecedera, imborrable, original, ejemplar, liberadora, visionaria del Libertador Simón Bolívar.

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Bus Cultural Viernes 11 de Octubre 2024

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